jueves, 10 de agosto de 2017

Queridos Padres...

"Queridos padres:

Como creo que me he portado bien, solo quiero 2 regalos:
 1. Calendario de gatos 2009
 2. La muñeca morena de High School Musical canta conmigo
No quiero nada más, que lo sepas, pero te digo lo que cuesta (en el sitio más económico): 32,89 euros. No te pido juegos de consola ni nada. Es más barato de 35 euros, aunque si quieres traeme alguna otra sorpresa.
Los regalos son del Carrefour, compradlos allí.

Adiós. Y traedme esto por fi."

2009. Tenía once años cuando escribí esto. Recuerdo que escribí esta pequeña carta en un papel de medio folio, y se lo dejé por la noche a mis padres en la cocina. Si no recuerdo mal, por la mañana me levanté antes que ellos y quité la carta del lugar donde la había puesto, por lo cual nunca la leyeron.

Creo que quería seguir viviendo en la magia de la Navidad. Negar lo innegable, y seguir queriendo aferrarme a la infancia como cualquier niñx inocente. Si ellos no leían la carta, sería una manera de no aceptar la realidad de los Reyes Magos. 

La infancia es lo mejor. A pesar de ser ignorantes del mundo que nos rodea, eso también es una ventaja. 
El ratoncito Pérez, el cual nos despertaba por las mañanas con un regalo debajo de la almohada y con una posterior sonrisa. 
La Navidad, donde nuestros sueños y deseos se cumplían bajo el árbol. El calor de reencuentros familiares, charlas en la chimenea; la emoción de levantarse antes que nadie, despertar a todos en la casa, gritar de emoción al encontrar tu juguete... 

Nunca quise pedir nada. Siempre que me preguntaba alguien que quería por Navidad, decía que quería que los Reyes me sorprendieran. Son magos ¿no? Luego empecé a entender la insistencia de mis padres por preguntarme. Pero es que, me gustan las sorpresas.

La inocencia nos hace creer en las personas que más queremos. Nuestros padres son nuestro apoyo desde el primer momento, y cualquier cosa que nos digan, somos fieles a ello. Descubrir la verdad es empezar un camino en futura soledad.

Quién volviera.


2 comentarios:

  1. Holaaa
    Descubrí la realidad siendo bastante pequeña pero como mis hermanos eran más pequeños y no lo sabían me hice la tonta durante un tiempo, mis padres un día me preguntaron si lo sabía porque inconscientemente había dejado de pedirle a los reyes cosas increíbles y había empezado a pedir cosas más baratas y sencillas, quizás porque aunque no quería que supieran que lo sabía y quería seguir con la magia inocente de los niños sabia lo difícil que era para ellos darme los regalos que quería... cuando me lo preguntaron dije que si y sonreí, lo recuerdo como si fuera ayer...
    Pues desde ese día los reyes magos cada año traen más ilusión ¿sabes por qué? porque desde ese año en que lo acepté mis padres también tienen regalos, primero eran cosas hechas a mano porque no tenía dinero para comprarles nada, pero cuando mis hermanos lo descubrieron y ya fuimos mas mayorcitos empezamos a comprarles regalos entre todos y a dejarlos debajo del árbol, sé que aun así nunca se esperan nada, aunque lo hagamos cada año, y creo que la magia ha cambiado de forma y ahora la veo cada vez que a mi madre se le iluminan los ojos al abrir su regalo ^^
    Un abrazo enorme!

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    1. oh me encanta lo que me cuentas! La verdad es que no había pensado en como era la situación desde el punto de vista de los padres, pero visto así, es verdad que los padres también disfrutan, no solo por la sonrisa de sus hijos, sino por la suya propia. Mira que también en mi casa les regalamos a ellos ya, pero siempre pensaba en Los Reyes Magos desde el punto de vista del niño, no del padre. Muchas gracias!
      Un saludo:)

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